Acción cultural de España en Marruecos.
Estas palabras contienen un sinfín
de contenidos expresionales dentro del concepto y tratado histórico y político,
por ello, siempre me produjo una pregunta a la que no he podido hallar “nunca”
una respuesta paralela o afín a su global realidad A nivel cultural ¿hemos dado al protectorado
de España en la zona norte su justo reconocimiento?
Indudablemente, no. Ni mucho
menos.
Todos los tratados se han
limitado a pasar o repasar por encima un hecho, una publicación o una
efeméride, ya sean a nivel de ponencias o conferencias, tesinas o tesis,
reportajes o programas de audiovisual. Simples retoques o pinceladas… y lo digo
por conocimiento de causa.
Pienso que en el norte de
Marruecos hemos sido muy injustos con el aporte cultural de la etapa del
protectorado. No hemos estudiado lo suficiente ni las Instituciones, ni los
artífices de la evolución cultural de la zona, ni las edificaciones de índole
cultural, ni los proyectos que quedaron a medio hacer, ni los negocios
paralelos a la cultura, ni las imprentas, ni las bibliotecas, ni “na”, como
diría mi amigo el andaluz… al menos, no hemos publicado estudios coherentes y
de envergadura, monografías sobre imprentas, salas de cultura, prensa,
bibliografía, artes plásticas, … A todas esas pequeñas grandes cosas me refiero.
No creo que vayan a ser
suficientes las jornadas o mesas redondas que se celebran por esas tierras de
Dios para que los norteños reconozcamos y perpetuemos la verdadera obra
cultural de España en nuestro norte. No por su majestuosidad, difícil de
abordar, sino por la improvisación que domina esas jornadas en las que el
“copier-coller” suele dominar, incluso se suelen repetir las ponencias pese a
llevar nombres diferentes, de un encuentro a otro. Se · cumple · el compromiso,
se consume el presupuesto… y mañana Dios dirá.
Desde mi humilde punto de ver
estas cosas, pienso que la verdadera acción cultural de España en Marruecos
siguió durante las décadas posteriores a la independencia. España sembró, y
mucho, para que pudiésemos recoger esos frutos. Lo malo fue que nuestros
irresponsables responsables de la cultura, se desmadraron y le abrieron el
portal a “esas bombas culturales de los fanfarrones”, al desmadre francés. Y no
supieron valorar ese gran bagaje cultural que no se poseía en muchas ciudades españolas, incluso.
Como escritor marroquí en
español, embebido en la cultura derramada por España en mi ciudad y región, revindico
ese derecho al reconocimiento de la gran labor emprendida por España en nuestra
zona, incluso en los momentos difíciles a nivel social, político y económico
del vecino país
Ahmed Mgara
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