Pero, los sueños, sueños son...

Pero, los sueños, sueños son... (De los harapos de mi archivo, Arroyo de la Miel. Agosto 1977) Por: Ahmed Mgara En el sueño de un fado me vi perder entre la inmensidad de tus labios, soñé que mi galope se perdía entre las yemas de tus dedos. Soñé que mi canto envolvía la grupa castaña de tu tuca, que mi estrofa moría sobre la negrura de tus ojos, sobre las nubes que envolvían tus pestañas. Soñé que sobrevolaba la luna del cielo en busca de la inmensidad de la luna que te envolvía, a orilla de la mar, soñé que te contaba y cantaba mi modo de soñar. Soñé que mi libertad rodeaba la cintura de tu grácil vestido rosa, con embrujos de marfil y de perfumes venidos de oriente, que acariciaba el perfume de tu garganta. Soñé que estabas al lado de mi visión, aún en tu ausencia, que alumbrabas los iris de mis ojos con la embriaguez de tu mirada sedienta. Soñé que las estrellas te llevaban a volandas como diadema de luces y de esperanzas, que los destellos de tu luz inund...