COOPERACION.



“LA ACCION EXTERIOR DE ANDALUCIA Y EL DESARROLLO LOCAL”




Noviembre 2007
PATRICIO GONZALEZ

El artículo 245 del Estatuto de Autonomía de Andalucía , de acuerdo con nuestra propia Constitución , nos habla de los principios de solidaridad y dice textualmente que :EL PUEBLO ANDALUZ PARTICIPA DE LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL CON LOS PAISES MENOS DESARROLLADOS PROMOVIENDO UN ORDEN INTERNACIONAL BASADO EN UNA MAS JUSTA RESDISTRIBUCION DE LA RIQUEZA. LA COMUNIDAD AUTONOMA DE ANDALUCIA DESPLEGARÁ ACTIVIDADES DE COOPERACION AL DESARROLLO EN DICHOS PAISES , DIRIGIDAS A LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA , LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LA PROMOCION DE LA PAZ Y LOS VALORES DEMOCRÁTICOS , PARTICULARMENTE EN IBEROAMERICA , EL MAGREB Y EL CONJUNTO DE AFRICA.
Y SERAN DE OBJETO PREFERENTE LAS POLITICAS DE COOPERACION AL DESARROLLO CON PAISES VECINOS Ó CULTURALMENTE PRÓXIMOS, Ó QUE SE CONCIERTEN CON ESTADOS RECEPTORES DE EMIGRANTES ANDALUCES Y ANDALUZAS Ó DE PROCEDENCIA DE INMIGRANTES HACIA ANDALUCIA.


Había un agricultor, cuyo maíz siempre había obtenido el primer premio en la Feria del Estado. Y tenía la costumbre de compartir sus mejores semillas con todos los demás agricultores de los contornos.

Cuando le preguntaron por qué lo hacía, dijo:”En realidad , es por puro interés. El viento tiene la virtud de trasladar el polen de unos campos a otros. Por eso , si mis vecinos cultivasen un maíz de clase inferior , rebajaría la calidad de mi propio maíz . Esta es la razón por lo que me interesa enormemente que sólo planten el mejor maíz”.
Esta parábola refleja perfectamente el sentido de lo que quiero expresar.

Las dos orillas del mar que durante siglos sirvió para el intercambio y la alianza de civilizaciones, viven uno de los momentos más difíciles y , a la vez , más ilusionantes de su historia .
Uno de los momentos más difíciles, por la compleja situación que provoca la diferencia en niveles de renta , que en la cuenca mediterránea es la más significativa de todas las existentes en las fronteras exteriores de la Unión Europea.
Esta diferencia genera injusticias, desigualdad en el acceso a determinados niveles de bienestar, así como expectativas para alcanzar mejores condiciones de vida en la otra orilla dentro de las poblaciones más desfavorecidas , a veces con trágicas consecuencias.
Una situación que , entre civilizaciones que han estado conviviendo durante siglos y que se han impregnado mutuamente de valores y sabidurías comunes , puede conducir a un distanciamiento cultural forzado por condicionantes socioeconómicos. Sin la movilidad de mujeres y hombres y la reciprocidad de intercambios, no es posible edificar una verdadera sociedad civil mediterránea sobre el modelo de Europa.
Un momento ilusionante, desde la profunda convicción de que la cordura y la sensatez forman parte del patrimonio de las culturas y la ciudadanía de ambas orillas y que , por tanto , es posible e indispensable , encontrar las claves para la convivencia en paz , combatiendo la pobreza , propiciando la justicia y mostrando al mundo por qué el mediterráneo ha dado tanta historia a la Humanidad.

A esa esperanza contribuye la novedosa presencia de agentes sociales y políticos que, más allá de los Estados , han incorporado en sus respectivas agendas la prioridad del encuentro entre los pueblos , con la cooperación sincera y abierta y el desarrollo sostenible como claves para dicho encuentro.

La experiencia de los últimos años ha demostrado la gran capacidad y vitalidad que las colectividades y gobiernos locales , como instituciones más próximas a las ciudadanas y ciudadanos , tienen para generar iniciativas concretas , que faciliten el intercambio de experiencias e instrumentos dirigidos a alcanzar un adecuado nivel de desarrollo local , humano y sostenible.
Esa capacidad va de la mano, además , de los representantes de la sociedad civil de ambas orillas , de otros niveles de la Administración Pública de los Estados y de la propia Unión Europa , así como con los programas de Naciones Unidas de apoyo a las redes territoriales de cooperación descentralizada.

Dicha experiencia ha mostrado , igualmente , que la acción coordinada de diferentes agentes para la cooperación , complementando con su apoyo la labor de las instancias públicas y privadas del territorio , ha demostrado generar programas de apoyo al desarrollo local y gobernabilidad más coherentes , eficaces y eficientes. Los programas que adoptan un enfoque territorial y local permiten una mejor complementariedad entre sus actuaciones, incrementando el impacto de los mismos en la realidad y entorno concreto de las personas.

La cooperación descentralizada debe ser, por tanto , un complemento de planificación estratégica del territorio y , con ello , articularse en torno a las necesidades concretas y perentorias de las personas , evitando la generación de proyectos de cooperación bienintencionados pero alejados de las demandas más acuciantes y , a menudo , estratégicas para un desarrollo equilibrado y sostenible.

Por otra parte, los últimos años también han demostrado la importancia que el desarrollo local sostenible tiene en la lucha para la erradicación de la pobreza y en la generación de empleo, riqueza y bienestar personal y colectivo, así como en impulsar el respeto al medio ambiente y la mejora de las condiciones sociales , desde una participación en igualdad de condiciones de mujeres y hombres . El desarrollo local está vinculado al fortalecimiento del papel de las administraciones más próximas a la población, a la articulación de tareas públicas y privadas y al creciente papel que las empresas y el ámbito asociativo comúnmente denominado tercer sector, deben asumir en tareas de corresponsabilidad social.

El desarrollo local, en los planos urbano y rural , humano y sostenible , económico y social, ha demostrado ser una herramienta poderosa , eficaz y eficiente para potenciar la inclusión social , la lucha contra la desigualdad y para afianzar a los pueblos en su territorio , generando condiciones de vida que eviten la triste y dolorosa diáspora de las personas en busca de mayores y mejores oportunidades de vida.

A todo lo anterior cabe sumar la aparición de nuevos escenarios institucionales, políticos y sociales que llevan a la consolidación de este momento ilusionante para convertirlo en un estadio permanente. Aquellos de mayor trascendencia para el impulso de la cooperación descentralizada sostenible son:

1.La definición de una nueva política de proximidad y vecindad de la Unión Europea , que representa un nuevo paso , más firme , para el acercamiento a los países vecinos de la ribera sur del Mediterráneo. Esta nueva política de vecindad constituye una oportunidad que no podemos perder para construir un puente que colabore a generar un clima de paz y de bienestar en la cuenca mediterránea. Las colectividades y los gobiernos locales, en sus diferentes niveles , son una pieza indispensable para llevar a cabo las iniciativas impulsadas desde la Unión Europea y sus órganos de gobierno.

2.-Los ocho objetivos de las Metas del Milenio aprobadas por todos los Estados del mundo promueven una “alianza para el desarrollo que enfrente el hambre, la pobreza , el analfabetismo , el SIDA , las desigualdades entre mujeres y hombres , y la eliminación de reglas comerciales penalizantes para los países en desarrollo”.
Desde mi opinión , entiendo que es necesario trasladar la convicción de que los pueblos del Mediterráneo quieren vivir en armonía y que , por tanto , estamos obligados a realizar el máximo esfuerzo para conseguirlo , sin escatimar recursos y con la tolerancia como bandera , a través de la cultura de la paz y del diálogo.
Igualmente, quiero trasladarles la convicción de que la cooperación descentralizada, la protagonizada por e impulsada por los gobiernos y colectividades locales , tiene una gran vitalidad y sobrada capacidad para llevar a buen fin , programas concretos de desarrollo sostenible , de intercambio y de gestión eficaz y eficiente de los recursos públicos y privados.
Desde las colectividades y gobiernos locales tenemos que reafirmar el compromiso de colaboración y aportación financiera en el ámbito de la cooperación descentralizada, a través de nuestros propios recursos y siguiendo las recomendaciones realizadas por Naciones Unidas al respecto.

El trabajo sobre un “proyecto territorial participativo” es un instrumento que, apoyado desde la cooperación internacional, posibilita la generación de competencias que permitan animar y gerenciar adecuadamente el desarrollo sostenible.
El desarrollo local basado en este “proyecto territorial participativo y sostenible”, puede ser un medio de lucha preventiva contra las migraciones forzadas, así como un mecanismo de impulso a la participación de la sociedad civil , con especial atención al colectivo femenino , como agente de cambio significativo e indispensable.

Por último, es necesario hacer un llamamiento a toda la comunidad mediterránea, destinado a encontrar la solución a los conflictos que empañan de dolor ambas orillas y reivindicar la capacidad para tender lazos y puentes desde las ciudades, las provincias y los departamentos , que ayude a generar el diálogo de paz , al encuentro de culturas , a la erradicación de la intolerancia , allí donde todavía no ha sido posible.

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