El Libro de las aguas" de José Sarria.
El Libro de las aguas" de José Sarria.
Se quiso despertar el agua de su letargo
de cada anochecer, se encontró con una mansa capa de agua, salpicada de
estrofas sublimes y de rimas en
consonancia.
Quisieron, las agua, escaparse de su
libro y dejarse verter sobre la poesía de su amanecer. Subieron, esas aguas,
sobre las grupas de la poesía dejando que los estribos los llevara el poeta
José Sarria.
Las aguas, transformadas y revestidas de
poesía, quisieron dejar sus moradas andalusíes, tanto en el norte como en el
sur, y reencontrarse en el paraninfo del abrazo, en la patria común de la
palabra:
Siempre atesoré la certeza / de que al
final nos quedaría / el murmullo del agua en las acequias…
Porque el agua crece y da que pensar e
imaginar: Es el agua, que como levadura / erige sus montañas de palabras
Es, el agua, el comienzo y el fin de todo
proyecto y de todo sueño. Es la vivacidad de la vida misma y de todos los
contornos de la existencia, es el sacro revestimiento de los recuerdos de la
infancia, de la casa blanca donde creció el verso y su poeta.
Sarria nos traslada a su infancia y a
todas las lejanas vivencias envolviendo sus recuerdos con aguas mágicas y
milagrosas que le dieron a su vida luz y color. El agua, siempre artífice y heroína de sus recuerdos,
empapa de poesía las olas del tiempo que le dieron su intensidad. Aguas que
perdían sus iras al postrarse ante la majestuosidad de esos rincones andaluces
que le vieron crecer:´
La memoria es carne viva, / propiedad de la
ceniza, / al rescatar del olvido / de aquellos oscuros reinos, / el cáliz de tu
fragancia: / la pasión que edificaba / en tu piel mi paraíso.
“El libro de las aguas” es, en definitiva,
un derroche de poesía y de prosa nacidas en un alma andaluz que no renuncia a
recordar el esplendor de los versos andalusíes en los siglos del surgimiento de
la civilización que alumbraría el mundo conocido en esa época, teniendo
presentes las voces de poetas lejanos en décadas pero siempre vivos con sus
versos de quejidos y de amor. Sarria nos recuerda, hace presentes, a Eugenio de
Andrade, Adonis, León Felipe, Juan Rejano, Jorge de Arco, Manuel Gahete, Liman
Boicha, José Gaitán, Yalal Ad Din Arrumi, Boabdil, Ibn Zaydun, José Angel
Valente, Wallada…Nos los ofrece con citas o parrafeando sus doctas sapiencias.
Unos están en las distancias de los siglos, y otros que nos siguen deleitando a orillas de ese Mediterráneo que nos empapa las pupilas de fraternales abrazos
que surten y emanan desde las dos orillas.
Un gran poemario de uno de los poetas más
lúcidos de la nueva poesía andaluza.
Ahmed
Mgara.
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