Palabras de S. M. el Rey en el Homenaje
al Hispanismo Internacional
Palacio Real de El Pardo. Madrid,
26.09.2018
Muy buenas tardes y permítanme darles a todos la
bienvenida más cordial a este Palacio de El Pardo; y también a España en el
caso de todos los que han viajado –algunos desde muy lejos− para compartir este
acto tan singular, esta celebración que considero del máximo interés,
plenamente justificada y llena de gratitud en su motivación, e incluso
particularmente emotiva. Nos encontramos hoy aquí para rendir un sincero,
profundo y sentido homenaje a un colectivo muy especial, a un gran grupo humano
formado por miles de doctores y licenciados universitarios de todo el mundo
que, sin ser –en su mayoría− hispanohablantes de nacimiento, dedican su vida
profesional con verdadera pasión a promover nuestra lengua y nuestra cultura.
Estos
“hispanistas no hispanos”, enamorados de nuestra cultura y volcados −personal y
profesionalmente− en ella, difunden desde universidades e instituciones su
conocimiento y entusiasmo por nuestro patrimonio cultural e histórico. Y lo
hacen en beneficio de todos: en beneficio de las sociedades hispánicas que son
así mejor conocidas en otros contextos internacionales; y de las sociedades no
hispanas que se enriquecen con la aportación de nuestra cultura al mundo. La
labor investigadora y docente de los hispanistas potencia, sin duda, el alcance
universal de nuestra cultura al tiempo que contribuye a reforzar el prestigio
de los países hispanohablantes.
Por ello,
quienes integran esta colectividad de estudiosos y especialistas son muy
conscientes de que su condición de hispanistas les hace ser parte de un gran
ámbito internacional que trasciende sus propias instituciones y asociaciones
académicas o profesionales. Y de que son verdaderamente un generador de valor
para el mundo hispánico, por lo que merecen todo nuestro aprecio y apoyo.
Al mismo tiempo,
es fundamental que los pueblos hispanos ─los más de quinientos millones de
personas que hablamos español como lengua materna─ valoremos como corresponde
la tarea de estos auténticos embajadores culturales y el capital que nos
aportan, porque, además, nos enriquecen con el tamiz y la sensibilidad de sus
respectivas culturas y orígenes. Igualmente, es fundamental subrayar la
importancia de la mayor colaboración entre la comunidad científica y académica
de los países hispanos con los hispanistas internacionales, porque de ella solo
podemos esperar un incremento del conocimiento y un enriquecimiento de las
visiones y perspectivas que se aproximan a nuestro amplio ámbito de
civilización.
Otra de las
grandes virtudes del hispanismo internacional es su efecto multiplicador,
porque la condición de docentes, en la mayoría de los casos, de sus
representantes hace que su pasión se transmita, año tras año, a sucesivas
audiencias y generaciones de estudiantes. Es además muy relevante el impacto de
las aportaciones científicas de los hispanistas, así como la cifra de
estudiantes que, cada curso en todo el mundo, reciben de sus profesores la
semilla de la atracción hacia nuestras culturas. Por eso, este es un homenaje
que concierne a todas las naciones hispánicas, muchas de ellas representadas
hoy aquí por sus embajadores.
Señoras y señores,
Los Duques de Soria, que hoy nos acompañan, han contribuido de una manera encomiable durante los últimos treinta años a promover el hispanismo internacional y su mayor conocimiento por nuestras sociedades.
Los Duques de Soria, que hoy nos acompañan, han contribuido de una manera encomiable durante los últimos treinta años a promover el hispanismo internacional y su mayor conocimiento por nuestras sociedades.
Acabamos de
escuchar a la Infanta Margarita explicar por qué se siente tan próxima a los
hispanistas, y por qué es tan profunda su admiración hacia ellos. De hecho, la
Reina y yo pudimos apreciar el afecto y el respeto de los Duques de Soria hacia
el hispanismo internacional cuando, hace casi diez años, tuvimos la oportunidad
de acompañarles con ocasión del vigésimo aniversario de su Fundación. Entonces,
pudimos conocer en Soria el Centro de Apoyo al Hispanismo y el Archivo de la
Asociación Internacional de Hispanistas que alberga el Convento de la Merced,
sede de la Fundación. Se trata de unas infraestructuras y de un legado de
conocimiento que aúnan —de manera equilibrada y austera— funcionalidad,
solemnidad, cultura e historia.
En su
meritoria labor, la Fundación Duques de Soria ha trabajado con constancia,
logrando que Soria ─que aparece a menudo en nuestro imaginario como una
quintaesencia de Castilla─ pueda hoy también definirse como un referente de lo
hispánico en general. De hecho, la Asociación Internacional de Hispanistas,
reunida en Buenos Aires en 2013, decidió fijar su sede mundial en el Convento
de la Merced, convirtiendo a esta ciudad, simbólicamente, en una “capital
hispanista”. Esta es una circunstancia que, sin duda, dará lugar a nuevas
iniciativas que, desde esa tierra tan querida, redundarán en la promoción de
nuestras culturas.
Hemos
escuchado a algunos académicos de distintos países contarnos por qué son
hispanistas, y, realmente, nos hemos conmovido con sus palabras. Hemos oído
también a representantes de diversas Academias de la Lengua Española reconocer
y agradecer esa labor. Asimismo, ilustres académicos nos han hablado de las
sesiones de trabajo en las que han participado numerosos especialistas de todo
el mundo, que hoy nos acompañan y que esta mañana han concluido sus trabajos en
la Real Academia Española.
Podemos
decir que conocemos muy bien el gran valor de la aportación de los hispanistas
internacionales. Por ello, nos corresponde expresarles nuestra admiración y
nuestra gratitud. En nombre de todos, para mí es un honor hacerlo hoy aquí en
España, en Madrid; pero como muchos han podido comprobar desde hace muchos
años, la Corona en su labor institucional y de representación internacional
procura hacerlo también siempre que viaja a algún país en el que ustedes viven
y desarrollan su trabajo y vocación dedicados a nuestra lengua, historia y
cultura.
Muchas
gracias a todos por su presencia, participación y apoyo para celebrar este
encuentro y este acto de singular y emotivo homenaje, de corazón, a los
Hispanistas, al Hispanismo Internacional.
Y muchas
gracias a la Infanta Margarita y a Don Carlos Zurita por su permanente
compromiso con el hispanismo.
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